El tema de hoy es una crítica a ciertas obras realizadas en el espacio público en Cartagena de indias donde no se han tenido en cuenta la flora vernácula de esta zona.
La obra puntual a analizar es el Camellón de la Mártires, que sirve de paso peatonal entre Getsemaní y la ciudad amurallada.
En el pasado a este se le llamaba plaza del matadero, porque al final de esta se encontraba el edificio del matadero, hacia 1916 pasa a ser plaza de mártires, en honor a los fusilados durante las gestas de independencia, todo esto por el centenario de las mismas.
Este sitio surgió como un lugar de encuentro para muchos, gracias a su ubicación brinda una excelente vista de este punto de la ciudad.
Pero la nueva adecuación de este espacio ha presentado varios inconvenientes. Uno de estos es la lluvia, antes de la ejecución de esta obra no se presentaba por ejemplo:
Represamientos de aguas, cosa que sucede ahora. En el pasado esto no ocurría, entonces ¿en dónde queda el principio de toda mejora en el espacio público, que no es otra que mejorar la calidad de vida de quienes usan estas zonas? Pues en este caso esto no ha sucedido esta area se convierte en una piscina cada vez que llueve, ojo que el urbanismo exitoso está en el detalle.
La arborización del sitio, es muy bien sabido que las palmeras no son originarias de las costas caribeñas por el contrario estas tienen su origen en las zonas del Océano Pacifico Aunque esta especie se ha adaptado muy bien en nuestro medio, aquí se dan condiciones climáticas muy similares a las zonas del pacifico. Y nos han vendido por mucho tiempo la idea q el caribe está plagado de palmeras, estas fueron traídas por las diferentes oleadas de colonos.
Estas palmeras que se encuentran en el camellón de los mártires no son una solución muy idónea para el problema de sombra, que en nuestro medio es necesario tener en cuenta, en la zona de Cartagena existen especies arbóreas que son nativas y resuelven de mejor manera el problema del sol, hay que tener en cuenta la importancia de no entorpecer la flora nativa del lugar, ojo con esto, que no es una moda es una necesidad real, arboles como la Sterculia apétala (camajorú). Elegir flora nativa no está pasado de moda es la regla, aquí somos caribeños y debemos estar orgullosos con todo y flora.
Si queremos vernos como una ciudad cosmopolita empecemos por proteger lo nuestro medio ambiente, y las obras hechas para el bien común son las llamadas a poner el ejemplo, si queremos seguir tendencias lo primero es que estas si solucionen las necesidades de los ciudadanos, de nada sirve lo bello si no es útil.
Esta crítica es para que en el futuro las nuevas obras que se vienen tengan en cuenta más los detalles y claro sean más amigables con el medio ambiente respetando la naturaleza que existe en su entorno, recuerden que el diseño debe ser universal donde todos sean incluidos.
Ahí les dejo un blog muy bueno que nos habla de la adecuada arborización http://gomafilo.blogspot.com/2009/05/ciudad-y-sombra.html
Muy interesante y muy acertado el tema.
ResponderEliminarLa verdad e nuestro país se esta autodestruyendo todo el patrimonio cultural y nuestras raices por seguir tendencias que no tienen nada que ver con nuestra realidad (en este caso nuestra realidad ambiental).
Ojala se tomara como punto de partida nuestra propia cultura para abarcar porjectos como estos. solo asi evolucionaremos.